sábado, 6 de junio de 2015

ECOS DEL PASADO

Hola a todos.
Hoy, os traigo un nuevo fragmento de Ecos del pasado. 
Vamos a ver cómo Charlotte se sincera con su prima Melinda.
¿Qué le contará?

                                  A la tarde siguiente, sir Héctor decidió no dormir la siesta y acudió a visitar a lord George.
                                 Melinda y Charlotte se quedaron solas en casa. Melinda quería saber lo que había ocurrido dos días antes, cuando su prima se reencontró con Alexander.
                                 La criada sirvió el té en el comedor. Melinda bebió un sorbo de su taza de té antes de empezar a acribillar a preguntas a Charlotte. Quería saber lo que había ocurrido entre Alexander y ella. ¿Acaso iban a fugarse juntos?
                                 La cocinera había preparado unos deliciosos pastelitos para acompañar el té. Charlotte cogió uno de aquellos pastelitos y le dio un desganado mordisco.

 

                                   El silencio de la joven exasperaba a Melinda.
                                   Tenía la sospecha de que había ocurrido algo entre su prima y su antiguo amante. ¡Qué romántico sonaba! ¡Charlotte había tenido un amante!
-¿Piensas romper tu compromiso con lord Craft para regresar junto a lord Alexander?-la interrogó-Puede parecer que estés cometiendo una locura. Pero yo...
-¡Jamás regresaré con Alex!-la interrumpió Charlotte, exasperada.
-Pero estás enamorada de él.
                                 Charlotte le dio un mordisco furioso al pastelito que había cogido.
                                 Le ponía nerviosa, incluso, escuchar cómo Melinda removía su taza de té. Estaba nerviosa desde que Alexander y ella volvieron a verse.
                                ¿Por qué tuvo que acceder a verle de nuevo? ¿Por qué no regresó a su casa?
                                ¿Por qué no dejaba de pensar en él? Charlotte sentía el deseo de echarse a llorar. Ante los ojos de su país, era una traidora por el simple hecho de haberse enamorado de un traidor. Pero, ¿a qué era traidor realmente Alexander? Nunca hubo otra mujer en su vida que no fuera ella.
-Lord Craft es el hombre que me conviene-replicó Charlotte-Y me voy a casar con él.
                                   Melinda bebió otro sorbo de su taza de té. Miró por encima de la taza a su prima con gesto ceñudo. Conocía demasiado bien a Charlotte.
-Te pareces mucho a mí cuando me empeño en algo-observó-También puedes ser muy terca.
-Tú siempre has sido terca-afirmó Charlotte.
-Pero estás obcecada. No te das cuenta de lo que está pasando. Vas a ser una desgraciada al lado de lord Craft durante el resto de tu vida.
                                    Lo sé, pensó Charlotte con tristeza.
                                    Terminó de comerse el pastelito que había cogido. Lo saboreó con desgana.
                                    Tenía que ir a la modista para la confección de su vestido de novia. No quería ni pensar en viajar a Londres para visitar a madame La Rúe. No quería pensar en nada.
-Es un buen hombre-insistió Charlotte.
                                    Necesitaba convencer a Melinda de que había hecho la mejor elección. Se mantendría alejada de Alexander. No quería volver a verle nunca más.

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