martes, 23 de septiembre de 2014

LA CANCIÓN DE CASSANDRA

Hola a todos.
Aquí os traigo con un nuevo fragmento de mi relato La canción de Cassandra. 
Espero que os esté gustando.

                              Cuando debutaron en una emisora de radio de Sacramento, a finales de 1960, la única miembro de The Destiny que no estaba nerviosa era Rollie. No tembló su voz cuando comenzaron a cantar. No tuvo que aferrarse a ningún sitio porque creía que se iba a desmayar. Fue idea suya la de cantar cogidas de las manos. Era una forma de apoyarse en aquel momento, de darse ánimos. Los padres de ellas se encontraban escuchando la radio. Pero no estaban allí y no podían verles.
                             Las palmas de las manos de Rollie eran las únicas que no estaban sudando.
                             No se rió de forma tonta cuando acabaron la canción. No dio grititos cuando observaron la mirada complacida que les dirigía el dueño de la emisora. Ni dio saltos de alegría cuando el dueño de la emisora les pidió que volvieran al día siguiente.
                             Rollie actuó como toda una profesional. Mantuvo la sangre fría en todo momento. Era la hija de una conocida cantante. Y su padre era un famoso saxofonista.
-¡Vamos a triunfar!-exclamó Cassandra cuando salieron de la emisora.
-Tenemos que ir paso a paso-sugirió Rollie-Apenas estamos empezando.
-¡Pero les hemos gustado!-replicó Sally, otra integrante del grupo.
-Insisto en que vayamos paso a paso.
                             Cassandra recordaba.
                             Y recordaba todo eso mientras estaba de compras.
                             Cassandra se preguntó, mientras miraba un vestido de Mary Quant, si era necesario tanto despilfarro. Se quedó mirando la falda muy corta del vestido durante un buen rato. Era un vestido bonito y elegante, se dijo.
-¿Puedo ayudarla?-le preguntó una de las dependientas.
-No, gracias-respondió Cassandra-Tan sólo estoy mirando.
                             Y observó a la gente que estaba a su alrededor.
                              En aquella tienda no había hombres, sólo mujeres que gastaban unos cuantos cientos de dólares en comprarse vestidos que era probable que sólo se pusieran una vez y acabaran olvidados en el fondo de un armario. Había vestidos de corte hippie. Ella misma llevaba varios cientos de dólares en su bolso que pensaba gastar en esa tienda, pero, en aquel momento, dudó. El dinero lo había ganado con sus canciones. Y le había costado mucho esfuerzo. Había llegado muy lejos.
                             Lo normal sería guardar el dinero en el banco y usarlo sólo en caso de necesidad. Eso estaría bien. Ya tenía ropa suficiente, algunas de esas prendas aún no se las había puesto porque no había encontrado la ocasión idónea para lucirlas. Y, de repente, sintió asco de todo lo que la rodeaba.
                            Snobs, pensó con espanto. Puro esnobismo...



                        Allí había una mujer que compraba un traje tras otro. Más allá, dos mujeres llegaron a las manos por la adquisición de un sombrero. Al lado de Cassandra, una jovencita lloraba porque los pantalones que quería le estaban pequeños.

lunes, 22 de septiembre de 2014

LA CANCIÓN DE CASSANDRA

Hola a todos.
Aquí os traigo un nuevo fragmento de mi relato La canción de Cassandra. 
Deseo de corazón que os guste.

                          Cassandra recordaba los primeros días de The Destiny. Fueron comienzos demasiado difíciles, yendo de club en club, de emisora en emisora. Y la respuesta que recibían era la misma. Un rotundo no...
                           Pero no había que rendirse.
                            Eso se lo decía su padre cuando iban en el coche. Cassandra le escuchaba con atención.
-Una puerta se cierra, pero recuerda que otra puerta se abre-le decía.
-Se nos han cerrado todas las puertas-se lamentaba Cassandra-No sé qué más puede pasar.
-No quieren escucharos porque son idiotas. Eso es lo que pasa.
-No quieren escucharnos porque somos negras. ¡Eso es lo que pasa!
-Por eso, la gente está luchando, hija. Se intenta cambiar el sistema tan injusto que existe en nuestro país. No podemos convivir blancos con negros. ¡Eso es una gran mentira!
                            El grupo mendigaba una oportunidad, pero lo único que habían conseguido era que les cerraran las puertas. Cassandra estaba segura de que no les dejaban actuar porque el grupo estaba formado por tres adolescentes de color.
                             Y no era justo.
                             El Reverendo Knews era el que entraba en los despachos de los dueños de las emisoras. A las chicas les decía que esperasen en el coche. Cuando tenía que ir a un club, iba solo. No fue a muchos clubs a pedir una oportunidad para el grupo de su hija. Apoyaba a Cassandra. Pero su hija debía de respetar su integridad moral. Su pureza...Su virtud...
                              Después de todo, seguía siendo la hija de un Reverendo.
                              Le parecía una inmoralidad. Le horrorizaba que Cassandra actuara en un local donde, según él, sólo actuaban rameras y estaba repletos de chulos, borrachos, jugadores y prostitutas. Donde se bebía. ¡Incluso, donde se drogaba!
                                En antros pecaminosos, decía. Ninguna mujer decente debía de ser vista en semejantes lugares. Cassandra debía de entenderlo.
                               Cassandra no opinaba lo mismo. Creía que los clubs pagarían más que las emisoras de radio. ¡Ni hablar de intentarlo en televisión! Allí, en aquellos locales, permitían actuar a las personas de color. No había visto a nadie de su raza en las emisoras de radio en las que había estado su padre.
                              Su mejor amiga, Sally, hablaba con ella en el interior del coche del Reverendo Knews. Miraba con nerviosismo por la ventanilla cerrada. Todavía no había salido nadie.
-¿Crees que tendremos suerte algún día?-le preguntaba.
-No depende de mí-respondía Cassandra-Y tampoco depende de mi padre.
-Lo sabemos. Depende de que nos quieran contratar.

domingo, 21 de septiembre de 2014

LA CANCIÓN DE CASSANDRA

Hola a todos.
Hoy, me gustaría compartir con vosotros este relato de corte dramático que iré subiendo por partes.
Cuenta la historia del auge de una diva de la música por la década de 1960. Cómo lucha hasta hacer realidad su sueño, aunque tenga que pagar un alto precio por ello.
Es un relato que se sale de lo que yo escribo y que escribí hace algún tiempo, pero que deseo compartir con vosotros.
Deseo de corazón que os guste.

                       Fue el padre de Cassandra Knews el que creó el primer grupo en el que ella estuvo. Lo llamó The Destiny. Fue creado nueve años atrás, cuando Cassandra era una adolescente.
                         Corría el año 1960.
                         Cassandra sentía cómo su sueño se estaba haciendo realidad. Pero todavía le quedaba un duro camino que recorrer. A veces, cuando escuchaba la radio, soñaba con que estaría algún día cantando allí. En una de aquellas emisoras...
                         ¡Competiría con el mismísimo Elvis Presley!
                         Su madre le decía que al público había que entrarle primero por los ojos. Después, se quedarían asombrados de escuchar su voz.
-¿De verdad lo crees?-le preguntaba Cassandra.
                         Su madre la abrazaba con cariño.
                         El vestuario era bastante caro. La madre de Cassandra era ama de casa.
                        Su padre era el Reverendo de una Iglesia.
                         Pero toda la familia la apoyaba en su empeño de llegar a ser una gran cantante. Cassandra se pasaba las horas muertas cantando. Bailando por toda la casa. Decía que tenía que ensayar mucho la voz.
                        Su voz era hermosa. Pero debía de sonar más armoniosa.



sábado, 13 de septiembre de 2014

FOTO DEL PEÑÓN DE ALHUCEMAS

Hola a todos.
Hago hoy esta entrada rápida porque quería mostraros esta foto que he encontrado del Peñón de Alhucemas mientras navegaba por Internet.
Pegado al Peñón se encuentra un pequeño islote conocido como La Pulpera. Tiempo atrás, era uno de los dos cementerios que tuvo la isla.
El otro cementerio se encontraba en la isla de Tierra.
La Pulpera está unida al Peñón mediante un diminuto puente.
En esta foto se ve mejor tanto el Peñón como el islote que está unido a él.

viernes, 12 de septiembre de 2014

ISLAS ALHUCEMAS

Hola a todos.
Hoy, me gustaría compartir con vosotros esta foto de las islas Alhucemas.
Se encuentran a una distancia de 155 kilómetros de la ciudad autónoma de Ceuta. La componen las islas de Tierra y Mar, el islote de La Pulpera y el Peñón de Alhucemas.
Dos de mis relatos, que podéis leer en mi blog "Berkley Manor", Un sabor agridulce y Caminos cruzados, transcurren allí.
Me gustan los lugares pequeños y en este archipiélago llegaron a vivir tiempo atrás 350 personas. Ahora, tan sólo hay una pequeña guarnición del Ejército español.

 Peñón de Alhucemas. Algunas historias de amor pueden haber ocurrido en este curioso y bonito lugar.