Hola a todos.
Hoy, os quiero enseñar una selección de escenas eliminadas muy cortitas de mi novela Un amor prohibido.
Espero que os gusten.
Son las últimas escenas que he eliminado de mi novela.
Espero que os hayan gustado.
Era una noche sin Luna.
-¿Estás asustada?-le preguntó William a Alice-Podemos regresar. Nadie se enterará de nada.
-Tan sólo quiero estar contigo-respondió la joven-Vayámonos. Muy lejos...
-¿Y adónde iremos?
-Adonde sea. Pero estaremos juntos. Tú y yo...
Empezaron a caminar.
Era ya de madrugada. Alice no sentía miedo alguno. No sabía adónde irían William y ella.
Lo único que sabía era que quería estar con él. Quería pasar el resto de su vida con él. William era el hombre del que estaba enamorada.
-Quiero vivir como una auténtica comanche-afirmó Alice.
Había mucha convicción en sus palabras. No sentía miedo alguno. William admiró su valor. Se detuvieron y Alice rodeó con sus brazos el cuello de William. Lo besó con entusiasmo.
Jay no vivió mucho tiempo después de la huida de Alice y William. April tuvo que soportar el mal trago de ver cómo el sheriff MacKinley traía a su casa a su marido. Un disparo que le había dado un cuatrero que se escapó de la cárcel le atravesó el pecho.
April vio cómo la vida se iba escapando poco a poco del cuerpo de su marido.
No pudo hacer nada para impedirlo.
Jay murió delante de ella.
April estaba embarazada de seis meses. Tenía una hija de seis años. Llevaba más de siete años casada con aquel hombre. De pronto, sentía que la vida la estaba dejando sola. Se quedó viuda de la noche a la mañana. Viuda...Y sola...
La epidemia que asoló el pueblo también se cebó con April.
Sus padres murieron. Su hijo recién nacido también murió. Y también murió su pequeña hija Elsie. Al niño le puso el nombre de Jay. April se quedó sola y destrozada.
Tuvo que enterrar sola a sus muertos. Los lloró sola. Los lloró en silencio. Por Dos Nubes, se enteró de que Alice y William se encontraban bien. Estaban a salvo. Entonces, April supo que no había nada que la retenía en San Ezequiel. Cogió a su hermano Harry. Era la única familia que le quedaba. Los dos abandonaron en una diligencia que salía al amanecer San Ezequiel. Se dirigieron a Estados Unidos. A Nueva York...
Empezaron de cero en aquella ciudad desconocida. April encontró un trabajo como institutriz. Y sacó adelante a Harry ella sola.
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