Hoy, os dejo con una carta de amor que le escribe Alexander a Charlotte.
Me aseguras que no sientes nada por mí. Pero yo sé que me estás mintiendo porque no me miras a los ojos cuando me lo dices.
He intentado hablar contigo muchas veces. Pero tengo la sensación
de que huyes de mí. Me evitas de algún modo para evitarme.
Charlotte, hay algo entre nosotros dos que no podemos evitar. Y yo
sospecho que se trata de amor. ¿Tienes tú acaso la misma sospecha? Te pido que
nos demos una oportunidad para estar juntos. Pero prefieres hacer caso a lo que
dicen los demás. Piensas casarte con otro hombre.
Te imagino en brazos de ese tal Lord George Robertson. ¡Y me quiero
morir!
Tu olor me persigue. Cuando me acerco a ti, puedo percibir tu perfume,
esa esencia de rosas que sueles echarte. Se mezcla con el calor que desprende
tu cuerpo. Y siento que enloquezco cada día un poco más. Y es por ti. ¡Por
ti!
Cuando te tengo entre mis brazos, sueño con estar así para siempre.
¿Acaso vas a sentir lo mismo que sientes conmigo con ese hombre? ¿Qué te puede
ofrecer? Un título...¡Yo te ofrezco mucho más!
Me
devuelves abrazo por abrazo. Te beso de manera ardiente. Y tú me devuelves esos
besos.
Sé
sincera conmigo, Charlotte. ¿Acaso vas a casarte por amor? No le amas. Tú estás
enamorada de mí. Yo lo sé. ¿Y sabes por qué lo sé? Porque yo estoy enamorado de
ti.
Te conozco bien. Sé que no estás enamorada de
él. Estás enamorada de mí.
A pesar de todo, sigues enamorada de mí. Y yo sigo muriendo de amor por ti. Mis ideas están claras. ¿Puedes decir tú lo mismo?
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