Hola a todos.
Aquí os traigo un fragmento muy breve de Ecos del pasado.
Aunque estemos a punto de celebrar la Fiesta del Pilar, aquí es Navidad.
ADVERTENCIA: No he podido acompañar con fotos este fragmento porque mi ordenador no me deja.
La Navidad había llegado.
-No te veo muy entusiasmada-observó Melinda-Tío Héctor no está. Puedes contarme lo que te pasa.
Melinda y Charlotte estaban poniendo el Belén. Todos los años, un criado bajaba del desván una enorme mesa que colocaban en el salón. Era el sitio donde ponían el Belén.
Sir Héctor era católico. Consideraba más importante colocar el Belén que poner el Árbol de Navidad.
-No logro quitarme a Alex de la cabeza-le confesó Charlotte a su prima, mientras ponía una palmera-Ha intentado verme en los últimos días. ¡Y yo no sé qué hacer!
-Hablar con él-le exhortó Melinda-Os amáis. ¿Qué os impide estar juntos? Sí, lo sé. Es un traidor.
Charlotte colocó una oveja. Pero la figurita se le caía. En realidad, le temblaba el pulso.
-¿Has escuchado la noticia?-le preguntó a Melinda-Lord Valiant está en la cárcel.
La otra joven recordaba haber oído hablar de aquel hombre. Estaba considerado por muchos como un héroe nacional. El brazo derecho del general Wellington...
-¿Qué le habrá pasado?-se interesó Melinda.
Colocó una pastorcilla. Charlotte bufó.
¡Alexander había llevado a la ruina a lord Valiant!
-¡Lo que le ha pasado es Alex!-contestó Charlotte, indignada-Tuvo que hacerse amigo suyo. ¡Se lo cameló para sonsacarle información!
-Lord Valiant es un seductor nato-dijo Melinda-¿Sabes lo que he escuchado? Fue amante de mistress Fitzherbert.
-¡Eso es mentira!
Lord Valiant sentía verdadera adoración por el Príncipe de Gales. Y el Príncipe estaba profundamente enamorado de mistress Fitzherbert. ¡Lord Valiant jamás le traicionaría de aquel modo!
-Lord Valiant estuvo a punto de ser pillado con mistress Fitzherbert-le contó Melinda a Charlotte-Lo he leído en una gacetilla a la que estoy suscrita. Ahí se cuentan los rumores más jugosos.
-He visto la gacetilla que lees-afirmó la joven-Y no me gusta. Sólo cuentan mentiras.
Melinda se echó a reír. Colocó un soldado en el castillo de Herodes. El ritual de poner el Belén sólo les concernía a Charlotte y a ella. Los criados no solían ayudarlas.
Charlotte estuvo a punto de tirar al suelo a una lavandera que estaba colocando.
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