Hoy, os traigo este pequeño fragmento de mi relato La traición.
No he podido escribir más. Lo siento mucho.
Espero que os guste.
Siempre había tenido fama de ser un crápula.
Sabía que Zayra lo amaba. Lo veía en sus ojos. En su rostro…
El tiempo iba pasando. Zayra deseaba tener un hijo con Anthony.
Si le daba un hijo, su matrimonio sería empezado a ser bien visto en la alta sociedad. Las damas de la aristocracia dejarían de mirarla por encima del hombro. Sería aceptada como una más. Y aquellas mujeres se encargaban de hacerle saber a Zayra de manera sutil que la despreciaban.
Le recordaban sus defectos, como el hecho de que no sabía tocar el piano. No sabía bailar. No sabía con qué cuchillo se cortaba la carne. Cuál era la paleta del pescado. No lo sabía.
Anthony tenía que ayudar a su hermano a hacerse cargo de sus tierras ahora que había heredado el título de vizconde a la muerte de un tío suyo.
Su hermano estaba casado y era padre de tres hijos varones.
En una ocasión, su hermano le hizo llamar a su despacho. Quería saber los motivos por los cuales se había casado con Zayra.
No se lo terminaba de creer. ¿Acaso Anthony estaba enamorado de ella?
-¿Por qué te casaste con esa mujer?-le interrogó.
-Zayra no es como las demás mujeres que conozco-contestó Anthony-Es sencilla. Es ella misma.
-¿Estás enamorado de ella?
-Estoy casado con ella. No puedo dejarla.
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